Conoce la "Ritifobia": Miedo a las arrugas

Muchas personas se preocupan cada día más por su aspecto físico hasta el punto que les temen a las arrugas y, por ello, adquieren una gran cantidad de cremas y otros productos para mantener a toda costa su juventud.

Aunque las fobias las desarrolla cada persona de forma individual por un desajuste psíquico personal, podemos afirmar que en el caso de la ritifobia, el problema surge principalmente por la presión social ejercida por una sociedad competitiva en la que prima la imagen exterior y además, una imagen exterior muy concreta. Mujeres jóvenes y delgadas que consiguen eludir las huellas del paso del tiempo, cueste lo que cueste.

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Este es el  modelo de mujer que se impone y, aunque ocasionalmente surgen personajes públicos que apuestan por un modelo más natural, la mayoría de las mujeres dedicamos gran parte de nuestro tiempo y de nuestro dinero a encontrar el tratamiento perfecto que retrase la aparición de las arrugas y nos mantenga jóvenes por más tiempo. Ya sea en forma de una alimentación adecuada, o de remedios caseros, o de cremas y mascarillas, o de costosos tratamientos estéticos, según los bolsillos, todas andamos buscando ese elixir de la eterna de juventud.

Es necesario que la sociedad entera se esfuerce por cambiar los cánones estéticos actuales que someten a las mujeres a la tiranía de la belleza física dejando de lado sus capacidades intelectuales y generando, en muchas ocasiones, problemas de ansiedad, falta de autoestima y escasa seguridad en una misma. Y mientras no cambiemos esto, seguirán apareciendo fobias cada vez más difíciles de tratar como esta ritifobia.

Este miedo a envejecer recibe un nombre en el mundo de la psicologia: Ritifobia y no se debe pensar que ésta sólo se presenta a medida que se aproxima la vejez, ya que se está observando cada día más jovenes adolescentes sufriendo de este tipo de condición.

¿Qué es, exactamente, la ritifobia?

Cuando se habla de ritifobia, se hace referencia al pánico que experimentan muchas personas, en su mayoría mujeres, ante la aparición de las temidas arrugas, y en respuesta a la presión que diariamente ejerce sobre ellas el entorno.

¿Qué lo produce?

El prototipo de belleza perfecta ha ganado terreno velozmente, provocando ansiedad, baja autoestima, e inseguridad, entre quienes están convencidos de que la juventud está ligada al éxito profesional y social.

El pánico se está apoderando de jóvenes que no superan los 30 años de edad, bajo la premisa de que es mejor prevenir que lamentar. Un estudio realizado recientemente por un grupo de dermatólogos de la Escuela de Medicina en la Universidad Northwestern, reveló que las jovencitas le temen más a las arrugas, que al cáncer de piel.

¿Cómo detectarla?

■ Se prueba constantemente la tonicidad de la piel, y se pregunta a otras personas su opinión de la apariencia personal, específicamente sobre cuan joven se aparenta ser.

■ Se recurre a espejos con aumento, para observar si en el contorno de los ojos, frente y papada, ha aparecido algún pliegue indeseado.

■ Se comienza a designar una parte importante de los ingresos, a cualquier producto o tratamiento de belleza que prevenga o atenúe las arrugas.

■ Se utilizan lentes, sombreros y mangas larga

Calma y cordura

Para superar la fobia, lo principal es aceptar que irremediablemente todas las personas irán envejeciendo poco a poco, por ley de vida. Por ello, lo fundamental es asumir una actitud positiva.

Sin embargo, la invitación no es a la resignación ni al descuido de la piel, sino a realizar los tratamientos con mesura, sin llegar al punto de la obsesión, y siempre teniendo claro que la apariencia no determina el valor de la mujer.

Tips de prevención

Aunque la predisposición a las arrugas, en muchos casos es genética, estos sencillos tips te ayudarán a evitarlas:

■ Aplicar diariamente protector solar.

■ Hidratar la piel con cremas y productos que contengan nutrientes.

■ No fumar; el cigarrillo activa un gen que destruye el colágeno.

■ Consumir alimentos ricos en Omega-3, vitaminas A y C.
 ■ Beber ocho vasos de agua al día; esto ayuda a hidratar la dermis.

■ No lavar el rostro en exceso, para no remover los emolientes naturales.

■ Exfoliar para estimular la renovación celular.

■ Evitar el trasnocho, y dormir la cantidad de horas necesarias.

■ Usar lentes correctivos, para no entrecerrar los ojos al leer.